Vives en una sociedad acelerada, sientes que tienes constantemente asuntos pendientes o gestiones por hacer, siempre intentas llegar a todo y tienes la sensación de no llegar nunca a nada. Todo queda englobado en el mismo concepto: el TIEMPO.
El ritmo de vida, el estrés laboral, las responsabilidades familiares e incluso los compromisos sociales forman parte de tus rutinas y no te dejan espacio ni tiempo para retomar el dibujo y la pintura, es decir, para retomar esa actividad que realmente te llena.
Todo esto viene provocado por haber ido adquiriendo un conjunto de malos hábitos en los que has priorizando ocupar tu tiempo con compromisos insatisfactorios a tu propio bienestar.
Tal vez te veas reflejado/a en alguna de las siguientes situaciones:
- Pasas los días en un estado constante de tensión nerviosa debido a la carga laboral.
- Crees tener un exceso de “tareas” a lo largo del día y una constante falta de tiempo para desarrollarlas.
- Acuestas a tus hijos/as y aún tienes asuntos por realizar.
- Llegas al final del día con una sensación de agotamiento y/o cansancio pensando en todo lo que te queda por hacer durante este día y para el día siguiente.
- Cualquier pequeño conflicto laboral, familiar y/o social te hace estar con mayor irritabilidad o ansiedad.
- Sientes que el estrés del día a día repercute en tu descanso porque te cuesta dormir o el sueño no es de calidad.
Todos/as podemos reconocernos habiendo pasado por alguna de estas situaciones en algún momento de nuestra vida. Si es tu caso, seguro que puedes ver el enorme coste que esto está teniendo, no sólo para ti, sino también para los tuyos.
La organización y gestión que hagas de tu tiempo pueden desencadenar, en muchas ocasiones, sensaciones no deseadas como falta de tiempo, estancamiento, baja productividad, estrés o desánimo.
El problema viene cuando esta realidad se prolonga en el tiempo y acaba convirtiéndose en tu día a día.
Es aquí donde EL ARTE tiene que formar parte de tu vida. Donde debes comenzar a dedicarte un poco más de tiempo a ti mismo/a en formarte o continuar con el dibujo y la pintura.
Vivimos en una de las épocas más avanzadas y con mayores comodidades, pero a la vez es una de las épocas donde se vive más acelerado y con menos tiempo para todo. Es decir, a mayor número de facilidades, menos tiempo para todo. ¿Qué paradójico, verdad?
Una de las cosas importantes que tienes es el tiempo. Y éste, es limitado. No puedes modificarlo, cambiarlo, sustituirlo ni obtener más.
Lo que sí puedes hacer es cambiar la forma de gestionarlo. De esta forma la percepción que tengas de él cambiará y, sobre todo, cambiará la repercusión que tiene sobre ti mismo/a.
Una forma de cambiar esa percepción es el hecho de tener el poder de organizar tu propia clase de arte, cómo y cuándo tú quieras. Piensa y visualiza ese momento de volver a encontrarte en tu pequeño rincón y retomar aquello que te apasiona.
Enfocar o comenzar a dedicar parte de tu tiempo al dibujo y la pintura te va a beneficiar en diferentes campos, ya no sólo por el hecho de realizar una actividad que te gusta y relaja, sino por todo lo que el arte te puede aportar:
– En el ámbito laboral, mejorará tu nivel de estrés al liberar la ansiedad retenida. Toda la carga laboral y preocupaciones se ven reducidas cuando tu cerebro desarrolla una actividad satisfactoria para ti mismo. La forma de afrontar nuevos retos laborales se convierte en menos conflictiva al estar más conectado contigo mismo.
– En lo personal, te encontrarás con mayor sensación de relajación, paz y serenidad. Ya que el arte tiene un efecto estimulante sobre el estado de ánimo.
– El dibujo y la pintura es un medio que te permite sacar todo aquello que tienes dentro y expresarte de forma no verbal. Por eso, en el ámbito social, notarás un aumento de la capacidad creativa y mejora de comunicación.
Si leer esto te ayuda a ser consciente de cómo tu rutina diaria está desplazando esos momentos que debes dedicarte y está afectando a tu calidad de vida, te animo a que solicites una sesión, sin coste, y hablemos de todo lo que te pueden aportar el dibujo y la pintura.
Te propongo que realices una pequeña prueba, para que compruebes por ti mismo/a cómo gestionas u organizas tu tiempo y qué repercusión tiene éste sobre ti. Ten en cuenta que, en total, te llevará poco más de 5 minutos diarios y que el resultado de ésta puede tener un efecto beneficioso en todos los aspectos de tu vida.
Coge un papel y bolígrafo y comienza a anotar las diferentes actividades que vas realizando a lo largo del día, el tiempo que te ha ocupado llevarlas a cabo y cómo te has sentido durante y tras realizarlas.
Anota todo, aún cuando creas que la actividad a desarrollar no tiene ningún tipo de relevancia.
Al finalizar el día reflexiona sobre el tipo de actividades de las que podrías haber prescindido (tiempo en redes sociales, tiempo invertido en elegir una película o serie que nunca llegaste a ver, televisión…) y en el lugar de las cuales podías haber dedicado tiempo al dibujo y la pintura, es decir, a aquello que verdaderamente te gusta, te relaja y realmente te aporta algo en tu vida.
Realiza esto durante varios días seguidos. Poco a poco, irás siendo más consciente de tu situación y de tus sensaciones.
Al finalizar la semana, haz una comparativa entre el tiempo dedicado a actividades rutinarias, inapetentes y que no te reconfortan, respecto del tiempo dedicado a desarrollar algo beneficioso para ti. Sobre todo, fíjate en aquello que hayas realizado y te haya hecho sentir bien, en paz y tranquilo/a y cómo desarrollar esa actividad ha influido en tu estado de ánimo.
Ahora, si decides poner límite a ese nivel de estrés, tensión y ritmo de vida, te animo a que solicites una sesión, sin coste y sin compromiso, en la que podamos conocernos y empezar a trabajar juntos/as en el dibujo y la pintura. Piensa que, ese tiempo que verdaderamente te dediques, te abrirá un nuevo camino para afrontar el resto de actividades y situaciones.
Si te has sentido identificado/a al leer o ver este artículo te animo a que contactes conmigo para retomar tu afición por el dibujo y la pintura.